sábado, 16 de febrero de 2019

La A-31 es una TRAMPA MORTAL

Esta semana ha sido especialmente siniestra en la A-31, la principal vía de comunicación de las comarcas del Vinalopó. El día 13 por la mañana nos encontrábamos con un accidente múltiple a la altura de Sax, con un camión y 3 turismos implicados, con varios heridos de gravedad. Un día después, volvíamos a tener otro accidente a la altura de Novelda, esta vez con consecuencias fatales, con otro vuelque de camión, un turismo y un muerto.

Los accidentes en esta carretera son tan frecuentes que ya casi nos hemos acostumbrado a que esta sea la nueva normalidad. Y es algo que viene de lejos. Todos los que se tengan que desplazar fuera a diario por motivos laborales o de estudios, sabrán de sobra que cada 2x3 se tienen que tragar alguna enorme retención de muchos kilómetros, porque ha habido otro interminable accidente más.

Pero no es la retención lo que magnifica el problema, sino la brutal siniestralidad de esta vía, que nos está, literalmente, costando la vida.

La A-31 no solo es la vía de comunicación más importante de nuestras comarcas, que comunican una cifra de población de casi 1 millón de personas. Es además, la principal carretera que comunica Madrid y la meseta con el Levante, así como la principal entre Alicante y Valencia. Esto la convierte en una de las carreteras españolas que mayor intensidad de tráfico diario soporta. Y una de las que mayor siniestrabilidad tiene.

Y es que la A-31, antigua N-330, no fue una autovía diseñada para ser tal, sino que fue una antigua nacional desdoblada, de forma improvisada y rudimentaria, que tiene errores garrafales de construcción. Tramos sinuosos con muchas curvas. Curvas MAL PERALTADAS que te expulsan de la vía. Estrechez  de los carriles de circulación. Incorporaciones y salidas pésimas, con muy poca distancia, con muy poca o ninguna visibilidad, con carriles de aceleración y frenado cortísimos. Zonas en las que 2 únicos carriles son absolutamente insuficientes. O la bifurcación en el Portichol hacia Elche y Alicante, que es un lugar esperpénticamente organizado y señalizado, donde hay infinidad de accidentes con vehículos que se entrecruzan de unos viales a otros.

El mayor problema de todos es el de los camiones.  Conocida la mala construcción y la siniestrabilidad de esta vía, los conductores de camión deberían ser mucho más cautos a la hora de circular. En la gran mayoría de accidentes, siempre hay implicado un camión. Todos hemos visto las malas prácticas de muchos de estos, que circulan a velocidades excesivas para ese tipo de vehículos en zonas peligrosas, incluso con imprudentísimos adelantamientos que no proceden.

Son muchas las reformas y vigilancias que necesitaría esta vía para ser adecuada a la seguridad que se necesita. Construir un tercer carril en todo el recorrido (o al menos en todo el tramo Novelda-Alicante, tras salir del angosto desfiladero de Elda), solucionar el problema de los peraltes, desniveles y curvas mal hechas, o construir incorporaciones con espacio y visibilidad suficientes. Obligar así mismo a los camiones a que circulen por un carril lento, obligándoles a no sobrepasar determinada velocidad o prohibiéndoles el adelantamiento.

Son muchas las actuaciones y reformas que se pueden y deben plantear para acabar de una vez por todas con la siniestrabilidad MORTAL que esta nefasta autovía está teniendo para nosotros, los vecinos de la zona. Sin embargo, pasan los años, y nuestros alcaldes guardan un SILENCIO SEPULCRAL. Están todos muy ocupados sembrando sus redes clientelares, como para que les preocupe ponerse a trabajar para solucionar los problemas graves de la ciudadanía.

Pero nosotros, ciudadanos, tampoco nos quejamos. Tenemos los políticos que nos merecemos.


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