jueves, 16 de diciembre de 2010

CASCO ANTIGUO

Si revisamos los barrios de Elda uno por uno, podemos ver como un buen número de ellos están en un avanzado estado de abandono y deterioro que dura décadas. Observando un mapa de Elda, vemos como hay dentro del casco urbano numerosas áreas "vetadas" por las que dificilmente se ven transehuntes por sus calles.

El Casco Antiguo está profundamente deteriorado. Basta dar una vuelta por sus calles para ver que se trata de una zona muerta, llena de casas que llevan años abandonadas en estado de ruina o semi-ruina. En otros casos, estas casas han sido derruidas, y no es rara la calle en la que encontramos corralones y solares vallados, en los cuales se acumulan escombros, maleza y suciedad, que aun ofrecen una imagen más lamentable del barrio.

En las siguientes fotografías se puede ver el aspecto desolador que presenta el barrio, con algunos ejemplos de las calles Purísima, San Roque, Francisco Laliga, Cardenal Cisneros o Andrés Amado.












Siguiendo con el anterior artículo, lo ya mencionado sobre la restauración integral del castillo, podría servir como centro de impulso para configurar un plan integral de reconstrucción, restauración y reurbanización de todo el barrio. Consistiría, no en un plan único de inversión municipal, y no en leves mejoras cometidas en un año o una legislatura, sino un verdadero plan ambicioso a largo plazo, en el que se sigan unas pautas y se trabaje desde una base planificada, para conseguir una regeneración en la fisionomía y ámbito social de todo el sector.

Se han hablado muchas veces de construir simplemente nuevas viviendas, o de rehabilitar las viejas casas para instalar allí casas-cuartelillo para las fiestas de Moros y Cristianos, tal como ocurre en Petrel.

Sin embargo, podemos tomar como ejemplo otras ciudades donde se han llevado a cabo planes mucho más ambiciosos, por citar algunos ejemplos cercanos, como Alicante o San Vicente del Raspeig. Estas ciudades tambien contaban con cascos históricos despoblados y degradados. En ambos casos se han llevado las mismas transformaciones a largo plazo, que consiste en desviar el tráfico de vehículos por determinadas vías principales, y peatonalizar buena parte del entorno.

Aunque de primeras pudiera parecer una locura implantar algo así en Elda, nuestro casco antiguo tiene unas características que harían este modelo idóneo. En el siguiente mapa, se pueden ver coloreadas determinadas vías del barrio, en una hipotética reordenación del tráfico:






 Podemos imaginar un escenario en el que todas las vías que aparecen en negro, estarían peatonalizadas, solo accesibles al tráfico ocasionalmente, en posibles entradas a garajes, o entradas a cargas y descargas. Actualmente hay 2 calles paralelas de bajada. El principal cambio consistiría en dejar 2 viales de bajada en ambos extremos, Jardines y Andrés Amado. Por lo contrario, la C/ Nueva se cambiaría de dirección hacia arriba, donde luego se reconduciría hacia Pedrito Rico, liberando así de tráfico a La Purísima.

Quedarían así libres numerosas calles, a peatonalizar, principalmente en los aledaños del ayuntamiento, castillo o Santa Ana. Dentro de este plan, se cambiaría por completo el aspecto de estas calles, se suprimirían las aceras, y se pavimentaría toda la calzada de una forma similar al actual PAC del centro de Elda, y se iría sustituyendo todo el mobiliario urbano.

Habría que buscar e incentivar la iniciativa privada, para que los a los particulares les resulte atractivo el restaurar determinados inmuebles con valor histórico-arquitectónico. Otros inmuebles ya en estado de ruina se demolerían, con el objetivo de crear nuevas viviendas de corte y aspecto clásico en su fachada y estructura (como se ha hecho ya en algún caso aislado). El objetivo de todo esto, sería convertir todo el barrio en un espacio abierto para el ciudadano. Una zona con edificios nuevos, pero que conserven la esencia de casco antiguo, en el cual se puedan hacer bajos comerciales, en vista a promover una zona de paseo y ocio, donde se sitúen bares de tapeo, tascas, cafés, y otros comercios.

Es una idea que podría ser factible si se planifica bien y se hace de la forma adecuada. Hay muchas ciudades en las que los cascos antiguos, antes tambien ruinosos, ahora están llenos de vida, con estrechas calles peatonales llenas de bares y pequeños comercios. Como digo, sería un proyecto a largo plazo, a estudiar y analizar en profundidad, pero podria crear una amplia zona céntrica de Elda. La parte antigua como zona de bares, y la zona del ensanche-Progreso, como zona de tiendas y comercios.





Sería bonito que dentro de 10 o 15 años, en vez de tener esta vista, pudieramos ver un castillo restaurado, al que se pudiera acceder durante el día,  subir a sus torres como mirador, y poder contemplar desde lo alto el ayuntamiento y la iglesia de Santa Ana. Que haya un entorno totalmente renovado y engalanado, repleto de gente que pasea, y disfruta de una nueva gran zona recuperada para la ciudad, que hoy en día, es casi como si no existiera.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

CASTILLO DE ELDA

Uno de los principales objetivos que debería plantearse nuestra ciudad, es el de recuperar y regenerar el patrimonio histórico. Mucha gente pensará que con los tiempos que corren, Elda tiene necesidades más importantes que esta, pero intentemos analizar el impacto positivo que podría generar.

El elemento principal de nuestro patrimonio, es el castillo. Aquel que fuera un alcázar en el pasado, ha sufrido una nefasta conservación hasta nuestros días. Acabó en ruinas, sus piedras fueron vendidas para construir, incluso sus laderas comenzaron a desplomarse. En los últimos años se han llevado a cabo algunas labores de reconstrucción parcial, que no son del agrado de la ciudadanía, y que distan mucho de devolverle a nuestra fortaleza la apariencia y esplendor que tuvo. Muchos de nuestros vecinos, como Sax, Villena, Castalla, Petrel, han restaurado sus castillos, y estos ejercen de símbolo de identidad de sus respectivas ciudades. ¿Por qué no recuperar nosotros el nuestro?

Como todos sabemos, el castillo de Elda se encuentra casi oculto a los ciudadanos. Sus ruinas están situadas a espaldas del ayuntamiento, entre este, y el cauce del río.  No es solo el castillo el que acabó en ruinas, tambien todo el entorno colindante se encuentra en un estado lamentable. Montones de casas en ruinas, históricas calles que han quedado borradas del mapa para crear grandes y sucios solares, lo cual se va extendiendose cada vez más, y se agrava por la cercanía de la Tafalera, y otros barrios deprimidos y abandonados.

La reconstrucción del castillo serviría de punto de inflexión para la zona. Teniendolo totalmente restaurado, ganaríamos un gran símbolo de identidad para Elda, a la vez que un núcleo turístico de obligada visita para mucha gente de la zona. Se podría utilizar además para actos públicos, actos festivos de los Moros y Cristianos, y conseguir así que la ciudad mire con orgullo a su principal monumento, en vez de darle la espalda por completo.

Estas obras, podrían servir como punto de partida para una posterior reordenación y recuperación del casco antiguo (que citaremos más adelante). Lo que está claro es que una ciudad próspera y moderna, es aquella que cuida su imagen, y cuida lo que tiene. Basta ver una imagen actual de la zona, y ver una imagen de las maquetas del castillo, para imaginarse todo el barrio rehabilitado, conectado con el resto del casto antiguo, el Ayuntamiento y la Iglesia de Santa Ana, y pensar en todo el impacto económico y social que tendría recuperar tras muchísimas décadas, esta parte del corazón de la ciudad.





viernes, 19 de noviembre de 2010

Elda ya no es lo que era...


Elda tiene un gran potencial como ciudad. No solo ya como capital comarcal, sino por ser el principal núcleo urbano del interior de la provincia, así como de otras provincias limítrofes. Nuestra ciudad se encuentra enclavada en un valle que es cruce de caminos, en una posición estratégica privilegiada que la convierte en un nudo de comunicaciones.

Queda ya muy lejana aquella época en la que Elda aun era conocida por ser un destino habitual para los vecinos de nuestra comarca, incluso de otras más apartadas. Elda era un núcleo comercial y de ocio, con comercios de referencia, una gran oferta cinematográfica, y en definitiva una ciudad muy viva, con una incesante actividad comercial durante el día, y una amplia gama de ocio nocturno.

La ciudad ha sufrido determinadas rachas, unidas a la crisis del calzado, que han hecho que por diversos motivos haya decaído buena parte de su actividad comercial y de ocio. No obstante, han influido mucho en ello las decisiones, o más bien las indecisiones políticas, que durante muchos años han hecho que nuestra ciudad haya perdido el tren del progreso. Durante mucho tiempo Elda ha estado estancada, aletargada, detenida en el tiempo, en el que no solo no se hizo nada por mejorar, prosperar y adaptarnos a los tiempos, sino que además se dejó perder y morir lo poco que quedaba.

Hoy día, hemos pasado de ser la cuarta ciudad de la provincia, a perder población y debatirnos entre la séptima y octava posición. Las ciudades más grandes, nos sacan ya una distancia abismal. Las que eran de tamaño similar a la nuestra, nos han adelantado dejándonos en el vagón de cola, e incluso otras más pequeñas han evolucionado a un ritmo enormemente mayor.

Son muchas las causas por las que Elda hoy es una ciudad dormida, una ciudad envejecida, una ciudad falta en inversiones, una ciudad que ya no resulta atractiva ni para emprender, ni para visitar, ni para comprar, ni para disfrutar. En algunos aspectos porque se nos adelantaron los vecinos de Petrel, pero en otros, hemos perdido esa cuota de visita de otras poblaciones, que ahora prefieren hacer unos kilómetros mas para sus compras y su ocio en ciudades  mas grandes, atractivas y variadas, como Alicante y Elche.

El problema no queda solo en los vecinos que han dejado de visitarnos, sino que radica más profundamente, dentro de nuestros habitantes. Se trata ya de un problema generacional. Son varias las generaciones que han ido creciendo en una ciudad cada vez más estropeada, más gris, mas falta de ofertas de todo tipo. Varias generaciones que se han acostumbrado a que Elda hace tiempo que dejó de ser funcionalmente una ciudad y empezó a convertirse en un núcleo casi dormitorio. Una ciudad en la que mucha gente ni siquiera la plantea ya como opción, y prefiere irse fuera, a comprar, a divertirse, a trabajar, y por ende, incluso para vivir.

Elda aun esta a tiempo de revertir esta situación, de hecho este año es el primero tras mucho tiempo en el que se empieza a observar un cambio en la tendencia seguida hasta ahora. Son muchos los esfuerzos que una ciudad como esta debería llevar a cabo para conseguir, ya no ser lo que era antaño, sino trabajar con ímpetu para conseguir ser algo mucho mejor que lo que se fue tiempo atrás.