jueves, 4 de octubre de 2018

PARQUE forestal periurbano en BOLÓN

Muchas veces no somos conscientes de que Elda tiene un entorno privilegiado. Un ejemplo, son las numerosas montañas que nos rodean, completamente pegadas al casco urbano. Muchas generaciones de eldenses se han aficionado al montañismo con algo tan nuestro y tan cercano, como es el ascenso a la Cruz de Bolón.

Antiguamente, cuando no habían vehículos, una de las zonas más típicas para el esparcimiento de las familias eldenses, era el lugar de la Tía Gervasia. Es decir, toda la zona del piedemonte de Bolón que está frente al Centro Excursionista. Era una de las zonas por excelencia para las meriendas de Pascua, junto con el pantano o el arenal.

Sin embargo toda esta zona ha quedado abandonada y profundamente degradada durante años, al albergar un vertedero de escombros, que propició así mismo que algunos vecinos incívicos arrojaran basuras y enseres en sus alrededores.

Hace más de 20 años, el ayuntamiento la noble pero insuficiente iniciativa de crear una pequeña área recreativa en las faldas del Trinitario, en la parte de Bolón que da a Campo Alto. Se actuó en la zona para plantar una pequeña pinada, habilitar algunas sendas, instalar algunas mesas y merenderos, alguna zona de descanso, incluso un simpático charco con ranas.

Pero la actuación fue escasa. La zona reforestada es muy pequeña y la cantidad de árboles plantados insuficiente. La densidad de la pinada es muy pobre y hay numerosos huecos del terreno vacíos. Los pinos además, nunca se han regado, con lo que su crecimiento, con las sequías de los últimos tiempos, es bastante lento.



 



En la imagen de arriba, podemos ver, dentro del recuadro, como la zona de la pinada es bastante pequeña y con poca densidad de árboles, pues aun desde el aire, el tono verde de la superficie es poco perceptible. Algo que podemos ver igualmente si acudimos sobre el terreno. Una pinada pequeña, poca densidad de pinos, poca frondosidad, nada de sombra, árboles muy pequeños que podrían haber crecido más con algunos riegos ocasionales... en definitiva un entorno desaprovechado.








Pero a finales de los 90, durante el mandato del socialista Azorín, al mismo tiempo que se acondicionaba esta pinada, justo al lado, el vertedero de escombros se convertía en una de las escombreras ilegales más activas de España. En algunas épocas se llegaron a contabilizar hasta 300 camiones diarios que vertían allí sus escombros de forma ilegal, con vertidos de sustancias tóxicas sin control, como pinturas, amianto, y otros. 




Con la llegada de Pedrosa a la alcaldía, el vertedero se clausuró finalmente en el 2008, tras 10 años de intensa actividad. Se realizó una costosa obra, pagada con 1.500.000€ de fondos Feder de la UE. La escombrera se selló con arcillas, se igualó y restauró el paisaje, y se plantaron hasta 30.000 ejemplares, entre pinos, algarrobos, madroños y otras especies mediterraneas. El objetivo es que aquello que fue la escombrera se convirtiera en un frondoso bosque. 

Pero nuevamente la desidia de nuestros políticos lo llevó todo al traste. Aquellos árboles jamás se regaron, pese a que la zona era accesible para una furgoneta de riego. Casi el 100% de los ejemplares se secaron sin llegar siquiera a enraizar, con lo que la inversión realizada, se fue al traste. Alfaro cuando estuvo en la oposición denunció, con razón, el abandono total de la zona. Pero tras llevar una legislatura en el poder, no ha hecho absolutamente nada para remediarlo. 

En la imagen de abajo, podemos ver el emplazamiento de la pinada y del vertedero ya clausurado, frente al polígono campo alto y al centro excursionista.






Mi propuesta es la de crear un GRAN PARQUE FORESTAL PERIURBANO, que englobe todo el área de monte bajo que hay al pie de Bolón, entre la actual Pinada del Trinitario y el Polígono 25, con la zona de la antigua escombrera en medio.

De este modo, tendríamos en unos años un frondoso bosque que nos brindaría no solo un agradable paisaje desde la ciudad, sino que podría convertirse en todo un pulmón para la zona, a tan solo 5 minutos de la ciudad. Se podría volver a recuperar incluso la tradición de usar la zona como lugar donde merendar y comer la mona.

Al lugar se accedería como hasta ahora, por los 3 accesos principales. A través del tunel del polígono 25, por el puente que cruza el tren frente al Centro Excursionista, o desde Campo Alto. Una vez en el paraje, se puede continuar por la senda que va paralela a la vía del tren, y que da acceso a las diferentes sendas que ascienden a la cumbre de Bolón y a las que lo circundan. 

Así mismo se podrían acondicionar las 3 antiguas balsas que hay frente al CEE, que se utilizaban antaño para recoger las aguas pluviales desde uno de los ramblizos del monte. Estas balsas, podrían ser limpiadas, restauradas y acondicionadas, para que tuvieran una lámina de agua permanente, de modo que se convirtieran en un espacio de biodiversidad, en el que habitaran aves y anfibios.

La zona se podría dividir en 4 sectores diferenciados de actuación:

- Zona del Trinitario: Donde está la actual pinada.
- Zona de la Escombrera: Todo el área que ocupó el vertedero.
- Zona de las Balsas: El sector central, donde está la senda principal, con el puente y las 3 balsas.
- Zona  de las Ramblas: Todo el sector que queda entre las balsas y el polígono 25, que es la zona con terreno más irregular, con varias pequeñas ramblas que lo atraviesan.

Se haría una actuación integral. Primero retirar todas las basuras que hayan en la zona de acción. Después acondicionar las balsas y las sendas, que queden bien marcadas, delimitadas, señalizadas y transitables. Y luego ya realizar una gran labor reforestadora en los 4 sectores. Instalar en 2 o 3 puntos del lugar, una toma provisional de regadío, para poder conectar mangas y realizar riegos esporádicos, al menos durante los primeros 5 años, para garantizar el éxito del enraizamiento de los árboles y proporcionarles un crecimiento inicial rápido, retirando luego el riego escalonadamente y dejando que las especies se vayan adaptando a la pluviometría del lugar.

De este modo convertiríamos la zona de monte bajo más inmediata a la ciudad, que ha sido durante 2 décadas un absoluto BASURERO, en un auténtico pulmón verde, con zonas boscosas y zonas húmedas. Un importante espacio natural, tanto de esparcimiento como de biodiversidad, a menos de 5 minutos a pie del casco urbano.