La gran mayoría de casas están en la más absoluta ruina, donde solo queda sentenciar su derribo. Decenas de ellas ya han sido obviamente derribadas, pues tampoco hay mucho que merezca la pena ser salvado o restaurado. Tan solo las honrosas excepciones modernistas de la calle Nueva y algún otro enclave como el Hospital de las monjas, o similares.
Nuestro casco antiguo está para derribar practicamente entero, no hay otra realidad. Pero lo triste y lamentable es que no hay, ni ha habido en 40 años, el más mínimo plan de reconstrucción y regeneración. En los solares donde a lo largo de décadas se han ido sucediendo los derribos, se van acumulando sin fin los corrales tapiados, acumulando basura, matorrales y ratas.
No se ha fomentado de ningún modo la regeneración, que no viene a ser otra cosa que coger manzanas enteras en ruinas, derribarlo todo, y levantar edificios nuevos con un diseño clásico en sus fachadas, que se adapte a la imagen que uno puede esperar de un casco antiguo de ciudad española y mediterránea.
No ha habido ninguna planificación ni normativa para las muy pocas nuevas construcciones que se han hecho en la zona, que han sido monstruosidades. Así nos podemos encontrar torres de más de 10 plantas en un callejón, junto a una planta baja, o un solar vacío. Edificios seudo-modernos como el del INEM, con una fealdad que sobrecoge. O mazacotes como el largamente criticado edificio de Gráficas Azorín junto al castillo, o el del principio de La Purísima, que hacen parecer el casco antiguo un barrio cualquiera (feo) de extrarradio.
Pero lo más sangrante es que sus calles se están, literalmente, BORRANDO DEL MAPA.
La esencia de cualquier casco antiguo es la estructura medieval de sus calles. Es casi, el legado más importante de la herencia histórica de una ciudad. ¿Alguien se imagina que se demolieran todas las callejuelas de la judería de Toledo o Córdoba para trazar una carretera por en medio repleta de feos bloques de ladrillo caravista o naves industriales? Pues justo eso es lo que se está haciendo en nuestro casco histórico.
Durante décadas, nuestras INÚTILES autoridades han estado obligando a los propietarios de cada casa derribada, a retranquear la finca y meterse varios metros más adentro para así ensanchar las calles, eliminando así PARA SIEMPRE, a perpetuidad, todo rastro de la esctructura urbana que tenían las calles hace cientos de años.
Aquí podemos ver varios casos de calles antiguas que están siendo artificialmente ensanchadas, como Ortega y Gasset, La Purisima, Calle del Marques, Maura, Pedrito Rico...
Tenemos un casco antiguo pequeño, de forma casi cuadrada, cuyas calles interiores más estrechas podrían ser peatonalizadas, como en TODOS los centros históricos del país. Construir un entorno idílico en torno a la plaza de arriba, la del ayuntamiento, la iglesia, el castillo, etc. Que todo fuesen calles y plazas adoquinadas, con nuevos edificios, bares, terrazas, todo reconstruido y lleno de vida.
En cambio ahí tenemos, casas derruidas que duran décadas y el plano medieval siendo fulminado, ante la inutilidad de quienes siguen empeñados en construir una casi-carretera que atraviese La Purisima para dar salida por allí al tráfico del puente de Mónovar hacia el mercado.
Es doloroso ver como las autoridades de Elda tienen un odio tan profundo a todo lo que signifique historia y patrimonio. Las estructura de nuestras calles históricas, como todo el centro urbano, condenados a muerte.
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