Recordemos que este emblemático lugar, era cita obligada para el día de la mona en el imaginario popular de ambas localidades. Pero si cabe, una tradición mucho más arraigada en los habitantes de Elda (algo que causaba cierto recelo en el ayuntamiento vecino), que tenían por costumbre en las pascuas el comer en el Pantano, y trasladarse por la tarde al cercano paraje del Arenal para comer allí la mona y disfrutar de las peculiariades del lugar.
Nuestro arenal es una peculiaridad geológica, pues es un sistema dunar móvil de arena eólica y en el interior. Algo curioso, pues en Europa normalmente, es un fenómeno que solo se da en algunos lugares costeros.
El que se decretase paraje natural y se amparase su protección, fue algo positivo, pues es un elemento natural que hay que preservar. Pero la forma en la que se ha hecho no parece la más adecuada.
A título personal, dudo mucho que el hecho de que fuéramos a comernos la mona con los niños 2 únicos días al año, fuera a suponer la destrucción del paraje, tal como dicen las autoridades vecinas. Puedo entender que ese uso, en cierto momento, se convirtiese en abuso, y conllevase prácticas poco cívicas, por parte de algunos guarros de siempre que acababan dejando basuras y cristales.
Hay muchas medidas que se podían aplicar para esas fechas que supusieran un uso responsable. Se podría haber restringido el acceso de vehículos para que el uso fuera menos masivo. O limitar el aforo diario con control de acceso, tal como se hace en algunos parques nacionales. Pero... ¿prohibirnos el acceso al lugar, permanentemente, a perpetuidad?
Y es que según algunos políticos del vecino municipio, el arenal estaba en peligro porque "los niños se llevaban la arena en los bolsillos". Disculpen la expresión pero, ¿estamos de coña? Recordemos a las autoridades que antiguamente existían 2 arenales, que eran popularmente conocidos como "el arenal de Elda y el de Petrel", (erróneamente, pues ambos están en término de Petrel). El mal llamado "arenal de petrel", era el Arenal de Pruna (situado frente a la Sierra del Caballo). Aquel arenal, ya extinto, no desapareció porque los niños se llevaran la arena en sus bolsillos el domingo de pascua, sino porque el Ayuntamiento de Petrel concedió una concesión durante años a una empresa explotadora que con maquinaria pesada, cintas transportadoras y camiones, VACIÓ literalmente el Arenal de Pruna, vendiendo su arena para uso industrial.
En la foto de abajo, podéis observar dicho paraje en los años 70, donde se observan las marcas sobre la arena fruto de la explotación masiva industrial que se hizo con él.
Después de haber vaciado uno de los arenales con camiones, nos prohíben el paso a los individuos, que ya no podemos disfrutar de tan peculiar paraje, porque según ellos, lo destrozamos.
Ahora bien: juzguen ustedes las imagenes, ciudadanos de Elda y Petrel, y dígan si el arenal, desde su clausura, ha mejorado o ha empeorado.
Aquí podemos ver la típica imagen que presentaba el arenal en los años 90, exuberante de arena tamizada y limpia, apareciendose ante nosotros como un pequeño Sahara.
Esta imagen aérea, pertenece ya a años posteriores a su clausura. Vemos como por los laterales, los matojos van invadiendo poco a poco la zona de arena suelta, y como una pequeña hilera empieza a crecer también en una vaguada central.
Finalmente observemos la situación actual. Estas fotografías corresponden a hace unos meses, durante el otoño del 2017.
Los matorrales han invadido masivamente toda la ladera. Donde antes había arena suelta, limpia y abundante, ahora hay todo un manto vegetal reseco, que ya no deja una imagen de "arenal", sino que asemeja ya a cualquier otro tipo de monte bajo de la zona. No solo matorral, sino que arbustos de gran envergadura están colonizando poco a poco tambien el lugar, de modo que con sus raíces compactan la arena y la van solidificando.
Esta transformación se puede comprobar en el extremo oriental del paraje, conocido como "el arenal pequeño", que prácticamente, ha desaparecido ya bajo los pinos.
Esto es lo que ocurre cuando dejas que árboles y arbustos crezcan sobre un sistema de duna móvil, que las arenas se paralizan, se retienen y se compactan, y el arenal como tal, DESAPARECE.
Es lo mismo que ocurrió en Guardamar. A principios de siglo XX, un gigantesco cordón dunar se extendía desde el sur de Santa Pola al norte de Torrevieja. Más de 20 km. de largo por 2 o 3 de ancho, en las inmediaciones de la desembocadura del río Segura. Como los movimientos del cordón dunar amenazaban con enterrar la entonces pequeña villa de Guardamar, el gobierno tomo la decisión de plantar masivamente una pinada que compactara y frenara las arenas.
Aquí podemos ver el aspecto de las Dunas de Guardamar antes de los pinos, el proceso de plantación y como es en la actualidad... donde el sistema dunar ha quedado sepultado y paralizado bajo la pinada.
Quizá no entienden los señores políticos del poble del costat, que precisamente, impidiendo que la gente acceda al arenal, están consiguiendo cargarse por completo y para siempre, la peculiaridad del arenal, que es el hecho de que fuese un sistema dunar movil.
Si el hecho de que la gente pise la arena, va a acabar con esta... quizá puedan explicar como es posible que famosas dunas como las de Maspalomas y Tarifa, o la de Pilat en Francia, reciban mas de 1 millón de visitantes cada año, y sigan allí en perfecto estado.
Me gustaría que verdaderamente me explicasen que problema hay en que la gente suba. Si se restringe el acceso de vehículos a motor para evitar el uso abusivo... ¿Cuantas personas verdaderamente subirían al lugar? Apuesto a que no pasarían de la decena de personas cada domingo. Me gustaría que me explicasen que mal causa eso, más que al contrario, dado que facilita la movilidad de las arenas.
Pero en lugar de ello, ahora, l'ajuntament, ha colocado cartelones más grandes, solo en valenciano (la nueva lengua del régimen), donde dice bien grande NO PASSEU. Que pena que no se les ocurriera lo mismo cuando ganaban dinero vendiendo la arena del arenal de Pruna.
Como siempre, los poderes, tratando de hacer sentir culpa y humillación a la población, por los vicios y fallos de los que tan solo tienen culpa esos miembros del poder.
Sea como sea, nuestro mítico arenal, cada día más estropeado, perdiendose poco a poco, hasta que tan solo se conserve en nuestra memoria.